Un día volvemos a vivir la alegría de la llegada de un bebé. Después de muchos años la maravillosa sonrisa de un bebé vuelve a acompañarnos de nuevo y es entonces, cuando nos ponemos nuestro sombrero rojo, para que nuestros nietos sepan que una abuela es algo especial.
Como abuelas, somos menos estrictas de lo que fuimos como madres. Las Abuelas damos mimos, cocinamos, leemos cuentos, ,contamos historias maravillosas y tenemos siempre un Kleenex a mano.
Las abuelas nos pasamos horas y horas enseñando el álbum de fotos familiar, para que nuestros nietos sepan quién es quien en la familia.
Nosotras les trasmitimos a ellos nuestra experiencia y ellos nos ayudan con los avances técnicos.
Adela Rodriguez
Hannover 2016