No sé ya ni dónde estoy, ni qué aspecto tengo, ni cómo me siento… No sé cómo llegué hasta aquí.
Inmovilizada por un tejido que al principio era como un velo ligero y casi transparente.
Casi sin darme cuenta se fue transformando con el tiempo en una capa cada vez más gorda, menos elástica, maloliente.
Me fue cubriendo y aislando.
Nadie lo ve, solo yo.
Nadie se puede imaginar que no me puedo mover, ni hablar, ni decir lo que siento o veo.
El mal olor que desprende hace que la gente no se me quiera acercar.
Aprisionada vivo dentro de esa envoltura llamada maltrato que fue creciendo y creciendo.
Tendría que rasgarla y lo intento.
Las fuerzas me fallan y al instante me arrepiento.
El tiempo pasa y pasa…
Pero un día, una fuerza de amor hacia mí misma me inunda.
Y la energía que desprendo rasga esa capa invisible que me envolvía. Vuelvo a ser luz.

San Pere de Vilamajor Centre D`Art la Rectoria Octubre 2017