100×80

Vigo, 2012

Colección privada

Este cuadro produce múltiples reacciones, pero nunca indiferencia. Algunos aseguran que les inquieta (será por la fuerte presencia del color negro);  para otros, su observación es tan cambiante como la del fuego y el agua. A mi me estimula su energía y me reconforta su belleza.

Carmen Olivie